17/10/2019 - 11:15

Recuerdos del Circo Price.1970 ha sido, ante todo, una aventura. Había que recuperar la historia de la que apenas se encontraban algunos artículos de periódicos, alguna que otra alusión o entrada en el NO-DO, pequeñas referencias en algunos libros, y el mini-documental “Elegía por un circo”, en el que Antonio Mercero retrataba en 20 minutos no sólo el cierre de un circo, sino lo que para muchos y muchas supuso el fin de una era cultural en Madrid. Era difícil de imaginar cómo el cierre del Circo Price, Prais, o Circo de Price -según con quién se hablase-, situado en la Plaza del Rey y conmemorado en la actualidad con una placa sobre los muros del Ministerio de Cultura, había supuesto tal ruptura, que el circo había dejado un sabor amargo tanto en la vida de artistas, como de tantas personas que habían congelado y alterado sus recuerdos sobre el circo.


En este caso, el foco era recuperar la historia a través de la memoria individual, la historia de cada uno, sus recuerdos y su mirada de hacía 49 años, con todas sus subjetividades y las transformaciones que el paso del tiempo había generado. La hazaña comenzó con el lanzamiento de una convocatoria titulada “Se buscan espectadores de 1970”, en la que se llamaba a personas que hubiesen asistido a las últimas funciones del Circo Price en abril de 1970 -cuyo cartel anunciaba a Mary Santpere, Pinito del Oro y Gran Cardenal, como las grandes figuras de ese cierre-. Para la sorpresa de Sabrina Catalán y Eva Luna García-Mauriño, investigadoras del proyecto, que, junto al Teatro Circo Price, se habían encargado de difundir la convocatoria, la respuesta fue inminente. Varios espectadores contactaban con la ilusión de compartir sus recuerdos.


Paralelamente a la apertura de la convocatoria, las investigadoras se encargaron de escarbar y encontrar a otras figuras que habían sido parte del equipo del Price en su última temporada. Había quien compartía tímidamente sus recuerdos en un email; y quien lo hacía por teléfono. Después de contactar a alrededor de una treintena de espectadores, trabajadores y artistas del antiguo Circo Price, las entrevistas comenzaron a finales de octubre. Gran parte de los entrevistados, comenzaban el encuentro apelando a la falta de memoria, a que apenas recordaban algunas cosas, pero en cuanto comenzaban las preguntas, los recuerdos empezaban a fluir. En muchas ocasiones, empezaban a contar sus recuerdos antes de haber llegado a la zona donde se realizaría la entrevista.


Las entrevistas se realizaron en varias localizaciones que incluían el Teatro Circo Price, la Plaza del Rey, y algunos hogares de espectadores o trabajadores; y daban comienzo con los primeros recuerdos que guardaban del circo, que, en la mayoría de los casos, se trasladaban a la infancia de los y las espectadoras; y con quién solían acudir. Muchas personas remitían al barullo en la fila esperando a poder a entrar al Circo de Price: “estaba abarrotado de gente”. A continuación, pasaban a la descripción física del Circo de Price, la fachada, la entrada, la pista, el bar, los acomodadores,… Algunos, enseguida, hablaban del olor: “una mezcla de Ozonopino, serrín y pis de tigre”; otros hablaban sobre cómo la “cla” les había permitido poder disfrutar de muchos espectáculos del Circo de Price a un precio muy reducido o gratuito. De ahí, las preguntas se iban centrando en los artistas sobre la pista: “recuerdo cómo Pinito del Oro se colgaba del pelo”, y a pesar de que no hay ninguna referencia de ello, interesaba cómo cada entrevistado había almacenado el recuerdo en su memoria a su manera.


El final de la entrevista se centraba en el cierre del Price, y lo que había supuesto. Gran parte de los y las entrevistadas transmitían la sorpresa y tristeza de cuando recibieron la noticia. Para muchos, el Price había supuesto una parte importante de su vida cultural en familia. También compartían su asistencia a los mítines políticos, a las luchas de boxeo o los conciertos que se realizaban en el espacio.


Entre los y las entrevistadas, se encontraba también un antiguo cañonero del Price (técnico que maneja el cañón de luz), que había enmarcado uno de sus contratos y colgaba sobre la pared de su casa; una farmacéutica, cuya botica se encuentra desde hace décadas en la esquina de la Plaza del Rey, y contaba cómo grandes estrellas habían estado en su farmacia, que entonces pertenecía a su padre; hijos de familias de circo, que habían pasado su infancia entre tigres y bambalinas; músicos de la antigua orquesta del Circo Price, que contaban anécdotas de sus andaduras por el circo; una antigua charivari (bailarina de conjunto), que se e ocionaba al recordar sus tiempos sobre la pista junto a su hijo; un circólogo que comentaba la importancia que tuvo el espacio en su momento; y artistas, que transmitían la tristeza que supuso para ellos el cierre del antiguo Circo de Price.


En total, se entrevistó a 24 personas, entre octubre y diciembre de 2018. El proyecto de investigación se vió acompañado de varias visitas al Centro de Documentación de la Escuela de Circo Carampa, y un rastreo exhaustivo de archivos y vídeos en hemerotecas virtuales de la Biblioteca Nacional y de la Filmoteca Española, entre otros.

 

El Circo de Price de la Plaza del Rey cierra el 12 de abril de 1970 y no es derruido hasta el 3 de agosto de 1970. Las versiones sobre la razón de su derrumbe son múltiples. Durante varios meses, permaneció como solar, que albergó un circo acuático. También, se asentó durante un tiempo la sede del Banco Urquijo, hasta que años después se decidió ubicar allí lo que hoy es el Ministerio de Cultura. Madrid, hasta el 2006/2007, que se inaugura el Teatro Circo Price actual, permaneció sin un circo estable y la actividad circense de la capital fue muy limitada, lo cual repercutió directamente sobre el desarrollo de este arte.


El proyecto Recuerdos de Circo Price. 1970 es parte de la labor que el actual Teatro Circo Price está llevando a cabo para contribuir a la recuperación de la memoria del circo en Madrid. El proyecto no solo ha supuesto un ejercicio para desempolvar la memoria de muchos y muchas, sino también, un homenaje a muchas personas que fueron figuras clave de la historia cultural de la capital. Gracias a todas las personas que contribuyeron frente a las cámaras, aportando sus fotografías, entradas o carteles; compartiendo y emocionándose con el recuerdo; se ha hecho patente la necesidad de hacer visible la historia del circo en Madrid, como un ejercicio de reflexión y una forma de entender la importancia de distintos rincones de la capital.


En marzo de 2018 el mini-documental del proceso, grabado y editado por Paula Piñón, con la colaboración de Juan Ayala en el guión; se mostró en la pista del actual Teatro Circo Price, y tuvo gran impacto sobre la memoria de muchos de los y las asistentes. Será también parte de la programación de Otoño y podrán consultarse los testimonios en la web.

 

Eva Luna García-Mauriño