Un referente en la vida cultural madrileña

En las primeras décadas del siglo XX conviven espectáculos de circo con representaciones de zarzuela, números de revista, lotería, combates de lucha libre y boxeo o conciertos de música clásica. En esta luminosa época se suceden en la dirección Leonard Henry Parish (1917-1930), y Mariano Sánchez Rexach (1930-1936).

Llega la Guerra Civil y la actividad se detiene; además un bombardeo destruye el edificio.

Pero en 1940 se reconstruye, y durante los siguientes años la dirección del circo pasa por diferentes manos: Francisco Perezoff (1940-1941), Juan Carcellé (1941-1960), y Manuel Feijoo y Arturo Castilla (1960-1970).

Todos ellos contribuyen a que ésta sea una de las épocas de mayor esplendor para la casa.

Las actuaciones de magníficos artistas convierten al Price en la “Catedral del Circo español”.

Pero también se hacen célebres los espectáculos de revista con Mary Santpere, Ángel de Andrés o Luis Sánchez Polack “Tip”.

Y qué decir de los legendarios conciertos del Price, desde Estrellita Castro hasta el Dúo Dinámico; sin olvidar los recitales de flamenco con figuras de la talla de Antonio Molina, Rafael Farina o Juanito Valderrama; ni los recordados conciertos de rock los domingos por la mañana, donde debutaron artistas como Miguel Ríos, por aquel entonces “Mike” Ríos.

El 12 de abril de 1970 el segundo Price ofrece su última función. El público y el panorama artístico recibieron esta noticia con desconsuelo. En las décadas posteriores fue haciéndose evidente la necesidad de recuperar el Price.

Un grupo de personas vinculadas a este circo ya histórico, como los empresarios Soria y Manuel Feijoo, José María González o José Villa del Río “Tonetti”; numerosos artistas de significadas familias circenses, críticos e intelectuales, las asociaciones de Amigos del Circo y la de Artistas y Amigos de las Artes Circenses, así como expertos en artes circenses como José Mario Armero y Pedro Rocamora, dedicaron sus esfuerzos durante las décadas de los ochenta y los noventa a esta tarea. Hay que destacar a Arturo Castilla, director del antiguo Price que durante sus últimos años de vida realizó innumerables gestiones para que Madrid contara con un Teatro Circo nuevo.