Un Teatro Circo para Madrid

El circo estable de Madrid comienza su andadura por decisión del Ayuntamiento de Madrid, en 1999. En el proyecto confluyen tres objetivos: la rehabilitación del barrio de Lavapiés, la creación de un nuevo equipamiento cultural y la salvaguarda del patrimonio arquitectónico de la Ronda de Atocha.

La viabilidad de este proyecto se hace posible gracias a la colaboración de las Administraciones Públicas. Mediante convenio entre el Ministerio de Cultura (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música) y el Ayuntamiento de Madrid suscrito el 2 de junio de 1999, éste adquiere la finca situada en el número 35 de la Ronda de Atocha, que ocupaba la antigua fábrica Pacisa, condicionado a la construcción del circo estable.

En ese mismo acuerdo se estableció también la adquisición de terrenos y la construcción del Teatro Olimpia (actual Teatro Valle-Inclán) por parte del Ayuntamiento, y el equipamiento escénico y el mantenimiento de la actividad teatral por el INAEM.

Las obras del nuevo Teatro Circo Price se inician, según el proyecto del arquitecto Mariano Bayón, en 2002. La inversión total de más de 25.000.000 euros por parte del Ayuntamiento de Madrid dota a la ciudad de un singular espacio escénico, y la incorpora a la red de capitales, como Paris con su Circo de Invierno, Bruselas, Munich y el Circo Krone, Ámsterdam, el Coliseo de los Recreos de Lisboa, o Budapest que, sin embargo, han conservado sus circos construidos a fines del siglo XIX y principios del XX; así como Londres, Viena, Manchester o Copenhague, que también cuentan con sus circos estables.

Por fin, en Navidades de 2006 el nuevo Teatro Circo se abre por primera vez al público durante unas semanas con un espectáculo circense y una exposición. La inauguración oficial se llevaría a cabo unos meses después, en marzo de 2007.