Arturo Castilla nació en Bilbao en 1926. Estudió artes, trabajó como decorador de escaparates y en sus ratos libres hacía de payaso para los niños del hospital donde estaba internado su hermano.

Debido al impacto de la guerra en la economía familiar, Arturo decidió convertirse en artista. Creó a los Hermanos Cape, un grupo de payasos musicales que tocaban virtuosamente diferentes instrumentos sobre el escenario. Su legado a la comedia fue la creación de los chistes ¿Qué le dijo…? en 1940. –¿Qué le dijo la cucharilla al terrón de azúcar? –¡En el café nos vemos!, formó parte del repertorio que los hizo famosos en España, Europa y Latinoamérica. Como una greguería de Ramón, este tipo de humor corto, directo y cotidiano hizo reír a muchos e invitó a otros a inventar los suyos en un concurso.

De la mano de su cuñado, el empresario circense Manuel Feijoo, fundó una de las más prestigiosas empresas de espectáculos del país, Feijoo-Castilla. Como dueño del Circo Americano, Circo Monumental y del Spanicher National Circus hizo que los artistas españoles fueran aplaudidos dentro y fuera de nuestras fronteras.

En 1960 y hasta el cierre en abril de 1970, dirigió el Price y presentó un variado programa internacional con las mejores compañías del momento. Ideó el Festival Mundial de Circo y fue el responsable de que Pinito del Oro, Charlie Rivel, Pompoff y Thedy o los Rudi Llata volvieran a las pistas nacionales. También dio espacio al rock con los Festivales de Música Moderna. Tras la demolición del Price, luchó por construir un nuevo circo estable en Madrid.

Las Luces de Madrid y De Madrid al cielo fueron algunas de sus producciones musicales. Creó y presidió diferentes asociaciones del gremio y escribió libros sobre el circo y sus personajes. Recibió numerosos premios y reconocimientos por su dedicada labor de mantener viva la tradición circense.

El payaso y empresario murió en 1996. Arturo Castilla no nació en una familia de circo pero hizo del circo su familia.

Liliana Alvíarez